El carro volador a la calle

 




Paul Moller un emprendedor obsesionado con
los autos voladores empleo más de 40 años
en desarrollar su ultimo modelo de carro volador el
M200G.
  

La semana pasada Moller y su compañía
Moller International, anunciaron que habían terminado
los planos del nuevo modelo, el M200G y que se
encuentran en la etapa de fabricación de sus piezas.
 
Previamente creo otros prototipos: en 1965 el XM-2,
que despegaba del suelo pero no circulaba, en 1989 el M
200X con 200 vuelos a 15 metros de altura, y su más
reciente prototipo el M400 que despega y aterriza
verticalmente en pequeños espacios, alcanzando los
644 km/h y volando aproximadamente 1500 km antes de
recargar combustible.
 
El vehículo tendra espacio para dos pasajeros, una forma
de platillo volador, semejante al de "Los Supersónicos"
y aterriza igual que el M400. Su tamaño será el de un
carro pequeño, y estará equipado con ocho turbinas
fabricadas por la empresa Rotapower . El "Skycar" se
desplazara mediante una especie de "efecto suelo"
producido por el viento que generan la turbinas a unos
tres metros de altura.

Según su creador el M200G, es "él más moderno vehículo
todo terreno, capaz de funcionar sobre cualquier
superficie. Su conducción es sencilla. Puedes ir
a toda velocidad sobre un terreno cubierto por rocas,
o sobre cercas o canales, ya que la calidad de
la superficie no afecta su desplazamiento". Funcionara
con gasolina, diesel, kerosene o propano, y consumirá
cantidades similares a las de un carro mediano.
Alcanzara unos 85 km/h y por el momento la empresa no
prevé que quien lo conduzca deba tener una licencia
especial.
La producción en serie, una "tirada" de seis M200G,
comenzó a finales de julio pasado y la planta tiene
la capacidad de fabricar un fuselaje por día. El precio
del vehículo rondará los 90.000 dolares, aunque Moller
ha manifestado su interés en conseguir un socio
estratégico para producir su gran obra con menores costos.

La NASA, que tiene una oficina especial para la
creación de estos autos voladores, ha declarado por
intermedio de Mark Moore. que "por lo general, cuando
se ha intentado combinar los aviones con los carros, sa
ha conseguido lo peor de los dos". A Moller poco le han i
mportado estas afirmaciones, pues el proyecto en el que a
trabajado por 40 años, y le ha significado varios millones
de dólares, es un hecho. Un hecho volador.